Javier (Santiago Segura) es un padre de cinco hijos, de entre cuatro y doce años. Una especie de ‘marido-cuñao’ que, sin ocuparse en absoluto de lo que supone el cuidado de la casa y de los niños, sabe perfectamente lo que hay que hacer, aunque continuamente regala a su mujer frases del tipo: “no te pongas nerviosa”, porque considera que su desbordada mujer se ahoga en un vaso de agua.
Claro que Javier tendrá que enfrentarse a la caótica realidad que supone quedarse solo con sus cinco hijos, cuando su mujer decida irse de viaje y dejarle solo con ellos. La caótica situación que esto provoca en casa, todo un ejercicio práctico de conciliación familiar, dará lugar al desastre más absoluto. Eso sí, les dará la oportunidad a padre e hijos de conocerse y disfrutarse por primera vez. Será una experiencia que cambiará sus vidas para siempre.