patrimonio
Obra de grandes proporciones, originaria del XVI y remodelada después en época Barroca y Neoclásica. Bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia, anteriormente de los Milagros. Situada próxima al perímetro urbano.

El edificio está asentado en una de las cotas más altas de la población, sobre un risco del cual afloran partes en la cabecera.

La cabecera está orientada hacia el Este. Situada entre dos plazas a las que conforma su fachada más importante y a la vez hace de elemento de articulación entre ambos espacios.

Probablemente hacia mediados del XV hubiera ya una primitiva iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de los Milagros, pues hay datos sacados del informe de los Visitadores de la Orden de Santiago en el que se habla del mal estado de la capilla mayor (1.508). Mandando que se inicien las obras que continúan en 1.515. Estos trabajos duraron aproximadamente 100 años.

El edificio quedó cubierto con bóveda de crucería de ladrillo y las claves de piedra. El altar mayor estaba sobre ocho gradas de ladrillo chapadas de azulejos.

Al lado de la Epístola se encontraba la sacristía, cubierta con bóveda de crucería de ladrillo sin el arco toral. La cubierta era de madera de castaño. En el testero estaba el Coro, incorporado en la torre, cubierto con bóveda de crucería de ladrillo.

La capilla bautismal se encontraba bajo el coro, cubierta también con bóveda de crucería. Aún se conserva la pila renacentista.

En 1.575 estaba trabajando Juan Merino. En 1.604, Alonso González. Trabajaron también Estacio de Bruselas y el entallador Martín de Holanda. En época posterior estuvieron francisco de Santillana, Juan Martínez y Juan Domingo.
De aquella espléndida obra nos quedan sólo unos breves testimonios documentales. La obra actual es del XVIII, levantada por Alonso de Ladera. El administrador de los fondos de la fábrica, para la reedificación de la Iglesia parroquial, en 1768, era Fernando Barragán, familia del conocido Juan José Barragán y Vera.
La Iglesia, en esencia, ha permanecido desde entonces con las características que se le dieron. Tienen tres naves a distinta altura, con cuatro tramos de bóvedas y ábside de traza ojival de la misma anchura que la nave central, sobre arcos carpaneles. Al lado derecho está el acceso al coro.
En el lado izquierdo se está llevando a cabo el acondicionamiento de un espacio para la ubicación del museo parroquial en el que quedarán expuestos los objetos de valor que posee la parroquia, destacando el Templete de plata para el Santísimo, rematado por una estatua de la Fe y cuatro ánforas en las esquinas, todo de plata, con seis campanillas colgantes y otra mayor en el centro, con Custodia desmontable. Pesa 80 kg.
El cuerpo central de tres naves de ancho por cuatro tramos de fondo, ofrece en su trazado y acabados un aspecto unitario. Su decoración es manierista.
Sobre el nivel hay óculos que se abren a la nave central, sin función, pues por ahí no entra luz ninguna debido a la disposición de la cubierta.

Las bóvedas de las naves laterales son vaídas y sobre ellas están las linternas encargadas de dar luz al interior. Merece la pena destacar también el balcón del órgano. Decorado con formas indianas, probablemente por deseo de alguno de los benefactores de la obra, que sería emigrante, hecho éste, no comprobado científicamente, pero que la tradición mantiene.

LA TORRE.

El cuerpo inferior está formado por un prisma ligeramente saliente al que se adosan otros dos laterales que lo ensanchan hasta alcanzar la dimensión de la nave central.
Decoradas con dos pilastras adosadas a cada lado.
Rematadas con una balaustrada pintada en la última restauración.
El prisma central en su mitad inferior está construido mediante fábrica de sillería en la que se abre la puerta de los pies, flanqueada por pilastras toscanas en la que se apoya el arquitrabe.
A partir de aquí los sillares se utilizan en las esquinas, el resto es de aparejo concertado.
Aparece un óculo en el centro. Anteriormente estaba cubierto con una vidriera con la estrella de David.
El segundo cuerpo sólo tiene la dimensión del prisma central. En su frente mayor cuenta con dos huecos pareados flanqueados por pilastras adosadas arquitrabadas y rematadas con frontones curvos. En su cara de menor dimensión el hueco es único y se flanquea por pilastras pareadas. Sobre ese cuerpo se sitúa otro retranqueado que produce la formación de un pretil perimetral.
En este cuerpo se abren cuatro huecos con arco de medio punto y clave saliente con relieve de cabeza humana. En las esquinas hay pilastras adosadas rematadas con capiteles decorados con hojas de acanto.
El templete también está rodeado por un antepecho perimetral , cuatro huecos con arco de medio punto y cubierta abovedada, muy decorado.
La obra fue declarada Monumento de Interés Histórico Artístico en el año 1.990.

Si pasamos a hablar de la escultura, destacaremos el Retablo Mayor ampliado y reparado en 1.962; de madera tallada y dorada.
La imagen de Nuestra Señora de Gracia, de Mauricio Tinoco (de candelero) preside la Iglesia.
Cuatro imágenes la acompañan: la Milagrosa, la Virgen de Fátima, san José y Santa Ana. Esta santa tenía su propia ermita, que databa del XVII y que fue vendida en este siglo. Estaba a las afueras del pueblo. El edificio se mantiene como cochera de un particular, al igual que la de San Miguel y san Vicente.
Destaca también la imagen de San Rafael, de importante valor artístico. En la parroquia se encuentran también un corazón de Jesús, una Inmaculada, santa Rita, una virgen del Carmen, un san Vicente, un san Miguel, etc.
Recientemente se ha incorporado un cuadro de santa Teresa, obra y donación del pintor Rogelio García Vázquez y una imagen de candelero de nuestra Señora de la Humildad.

ERMITA DE SANTO DOMINGOFue la primera iglesia que tuvo Berlanga. Data del siglo XV. En el XVI estaban trabajando en ella.
Su estilo actual es Barroco, como se puede comprobar en parte de la fachada.
La fachada está compuesta por un primer orden de seis pilastras en el que los laterales soportan un primer frontón partido rectilíneo y las centrales un entablamento decorado con triglifos, en el que apoya un frontón curvo partido por un templete de columnas salomónicas embebidas, coronada por frontón curvo.
Dentro de este templete se aloja una imagen en azulejería, de santo Domingo, mientras el resto del conjunto está realizado con fábrica de ladrillo blanqueada.
La espadaña, de corte neoclásico, destaca por mostrar el aparejo de ladrillo sin revestir y cuenta con un primer orden de doble hueco y con arcos de medio punto, pilastras adosadas y un segundo de menor altura, también con pilastras, un sólo hueco y un pequeño frontón.
La planta de la ermita es de una sola nave formada por tres tamos de bóveda de cañón con lunetas en las que se insinúan ventanas. Separando los tramos hay arcos formeros que apoyan sobre pilastras de orden toscano con entablamento en forma de cornisa. Entre estas pilastras se construyen en relieve arcos de medio punto que imitan capillas laterales.
La capilla mayor se cubre mediante cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas con un tambor decorado con triglifos y canecillos.
Se cierra la bóveda con una pequeña linterna en la clave, decorada exteriormente mediante pilastras.
La nave se cubre con tejado a dos aguas y la cúpula con cubierta a ocho aguas sobre prisma octogonal que cierra la cúpula. Dicho prisma cuenta con cuatro pequeños contrafuertes decorados mediante volutas construídas en el centro de las caras que corresponden con las pechinas.
Toda la fábrica es de ladrillo y mampostería. Hay zonas con aparejo toledano.
En esta ermita se encuentra la imagen de Santo Domingo, la de San Fernando y santa Lucía.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN Edificada en el centro del pueblo en el siglo XVI.
La fachada está dirigida a poniente. Levantada sobre un basamento de ladrillo. Flanqueada por dos pilastras adosadas, rematadas por dos pináculos también adosados.
La portada tiene un arco de medio punto ligeramente apuntado. Sobre ésta se abre un vano.
El tejado a dos aguas se ve en la fachada. Queda partido por el campanario en forma de espadaña. Tiene dos cuerpos, separados por arcos formeros de medio punto. En el primero está el coro, sustentado por otro arco también de medio punto. La balaustrada del coro es de madera.
Es la única ermita con camarín. Se accede por una escalera contigua a la sacristía, que está abovedada.

El camarín tiene bóveda de media naranja con pequeños adornos de yesería. Los óculos son iguales que los de Santa Catalina.
La ermita está cubierta con bóveda de cañón. Anteriormente la cubierta era de madera de castaño.

El altar mayor, que preside la imagen de la virgen de concepción, es de estilo Barroco, hecho en madera dorada.

Fue la iglesia Hermandad de la Vera Cruz, cofradía fundada en 1.567, el veinte de enero.
Se conservan los códices fundacionales. Esta Hermandad tuvo mucho auge durante varios siglos. La ermita se halla bajo la advocación de la Virgen de Concepción, por encontrarse esta veneración muy cercana a la de la Vera Cruz.

Se ha escrito un libro sobre dicha Hermandad: “Berlanga a través de dos documentos del XVI; las ordenanzas municipales y las reglas fundacionales de la Hermandad de la Vera Cruz, obra de F. Márquez y J. M. Valencia.

ermita-sta-catalinaSe halla en un extremo del pueblo. Su definición artística es difícil de determinar, aunque por la portada podemos datarla en el XVIII. La ermita existía ya en el XVI.
La fachada presenta la misma estructura que el resto de las ermitas de Berlanga.
Está flanqueada por dos pilastras adosadas, de grosor más ancho que los pares que están situados en la portada. Éstos, a su vez están rematados por pináculos.
La diferencia con las ermitas está en que la que nos ocupa es más baja y da un aspecto de mayor anchura.
El interior es de una sola nave con dos tramos separados por arcos formeros de medio punto.
El Presbiterio está cubierto con bóveda de media naranja, adornada con yesería. Es la bóveda más adornada de todas. Los adornos son ocho óculos, dos de ellos abiertos, de ellos salen volutas y líneas que los complementan. Por el exterior está cubierta con un tejado a ocho aguas.

En ella se encuentra la imagen de la santa, de madera policromada. Procesiona el día tres de mayo, festividad de la Cruz. Las calles que poseen cruz hacen hogueras.
Está comprobada una tradición de hogueras en los cerros, que data del siglo XVI, muy probablemente sean estas candelas.

La fachada está formada por un primer cuerpo en el que aparecen dos pares de columnas adosadas sobre basamento.
Estas columnas soportan un frontón rematado por tres pináculos.

El campanario tiene forma de espadaña. En él hay dos columnas salomónicas adosadas y un vano.
La bóveda es de media naranja. Cubierta por un tejado a cuatro aguas rematada por un pináculo. Carece de linterna. En el interior, la bóveda es de media naranja.
Es de una sola nave con tres tramos, contando el presbiterio. En el lado izquierdo está la sacristía, también abovedada.

En el altar se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores.
En el XVIII se hallaba en la ermita, la cofradía de Dolores. El nombre de la ermita era el de Santísimo Cristo del Sepulcro. La calle llevó el nombre de “calle Cristo” hasta 1.995.

Ermita de San IsidroErmita construida en 1.972. En un terreno cedido por el Ayuntamiento dentro de la finca Las Quinientas. En la década de los 90 se le construyeron unos soportales.
Es de reducidas dimensiones y carece de valor artístico, aunque el valor sentimental de los berlangueños por ella es grande.
Dentro se encuentra la imagen del santo, en madera policromada.

En la zona se celebran dos romerías; una de creación reciente, que está teniendo una gran acogida. Se celebra el lunes de Pascua.
La “veterana” empezó en 1.970, celebrándose en este paraje desde 1.972.
El santo tuvo su cofradía, pues existe un documento fundacional que data de 1.777.

Perteneció a la Encomienda Santiaguista de Reina hasta el año 1586, cuando pasó a manos de Mariana de Córdoba, marquesa de Villanueva del Río. Al igual que otras localidades de la comarca, contó con una casa de la Encomienda y con dos edificios: uno destinado al bastimento del pan y otro al del vino, emplazados en la calle de la Plazuela. Éstos fueron mandados construir a finales del siglo XV o comienzos del XVI, por los visitadores de la Orden, siendo comendador de Reina, Martín Fernández Galindo.
La casa de la Encomienda fue construida entre 1515 y 1550. Se trata de una solemne vivienda ubicada en pleno centro de la villa, con dos corredores (uno bajo y otro alto) y un dilatado sistema de arcos.