Restos arqueológicos y antiguas labores mineras evidencian la existencia de explotaciones romanas en yacimientos de plomo berlangueños.
En el archivo de Simancas existe documentación sobre estos yacimientos de plomo.
En el siglo XVI se hace “merced de juro” a diversas personas pero parece que, por dificultades de concentración, los trabajos realizados no sobrepasan el interés local.
Hacia 1860, los avances técnicos utilizados en medios mecánicos, principalmente trómeles, cribas y mesas, permiten la explotación rentable de minas que antes no lo eran. Aún a costa de muchas pérdidas, se consiguen concentrados con un 40% de plomo contenido, partiendo de todo – unos con 3% de Pb.
De esta manera, Extremadura y Berlanga, en este caso, contribuyen a su manera, a que España alcance el primer puesto en la producción mundial en el último tercio del XIX.
Los minerales con alto contenido en plata, procedentes de Azuaga y Berlanga, se exportaban a Inglaterra sin tratar. Las vicisitudes bélicas y políticas y las depresiones económicas que arrastran consigo, coincidiendo con la baja de la cotización (1894 es el año en que se alcanza el punto más bajo) no son capaces de detener el impulso anterior y las minas de plomo siguen en auge, consiguiendo un máximo de producción total nacional superior a las 230.000 toneladas de plomo contenido en 1.898.
En el siglo XX se inicia una época de oscilaciones en la cotización, ya en claro descenso desde 1915; posteriormente, las consecuencias de la guerra civil española y los altos costes de la explotación y tratamiento de minerales con leyes bajas, contribuyen al gradual cierre de las minas de plomo en Extremadura.
PLOMO
Utilización de técnicas Geofísicas.
Se realizaron estas pruebas en Granja, San Rafael, Berlanga y Santa Bárbara, empleándose el método electromagnético en su modalidad TURAM.
En 1977-78, en ENADIMSA, realizó para el INI en el ámbito de la reserva Zafra, Fuenteovejuna, los trabajos en Berlanga.
Hizo un reconocimiento geológico-minero en las áreas denominadas Berlanga I y Berlanga II. Se intentó recuperar la mina “el Chaparral”, pero resultó prácticamente imposible por el mal estado de las labores.
COBRE
En el ámbito del grupo de áreas Azuaga, Berlanga, Zafra, Fuenteovejuna, se encuentran diversos indicios en los que el cobre constituye el material predominante.
CARBÓN
El Carbonífero de esta cuenca se extiende en una superficie aflorante de unas 1500 has.
Es la cuenca de Extremadura que presenta menor riqueza en capas de carbón registrando escasos indicios en su extremo occidental.
No existen trabajos de investigación ni ninguna referencia de actividades prospectivas por lo que se carece de datos relativos a la estimación de posibles recursos de carbón.
Tampoco cuenta con historial minero a lo que se refiere a labores extractivas.
La única documentación referente a la cuenca de Berlanga consiste en una breve descripción geológica de la misma.
YACIMIENTOS E INDICIOS
La serie carbonífera yace en discordancia angular sobre el Precámbrico de la formación Azuaga, mientras que hacia el Oeste esta estructura simple, se divide en dos sinclinales, diferentes, separados por una banda estrecha de esquistos precámbricos.
La serie estratigráfica, con más de 600 metros de espesor, está constituida por dos tramos bien diferenciados.
El tramo inferior, que incluye unas capas basales de conglomerados y “debris flow”, a las que siguen unos niveles lutíticos muy bioturbados, con algunas pasadas arenosas que esporádicamente se ven cortadas por avalanchas de material detrítico grosero. En el flanco norte del sinclinal, se observan varios asomos lenticulares métricos, de calizas con facies de bioesparta bioclásica de crinoides, bivaldos y braquiópodos. Su potencia oscila entre los 100 y 150 metros.
El tramo superior está formado por lutitas y areniscas, así como por cuerpos canalizados de conglomerados que son más potentes y frecuentes hacia el techo. No es raro encontrar niveles de suelos con vegetación y trozos de delgadas capas carbonosas y abundantes raicillas que constituyen los únicos indicios registrados en la cuenca. En numerosos puntos de este tramo aparece una flora poco diversificada del Carbonífero inferior, que ha sido atribuida al Namuriense inferior.